Antes de nada quiero decirte que tres cosas te van a pasar si lees hasta el final:
Según la comunidad autónoma donde vivas, hay un tipo de gravamen para el impuesto de sucesiones y donaciones. Nuestra póliza adelanta este importe para que, en casos donde no haya liquidez, se pueda hacer frente a este gasto.
Por eso hay que hacer las cosas muy bien desde el principio, y nosotros te ayudamos en todo el proceso de contratación.
Y si llegara el momento de recurrir al pago de la indemnización, ayudaremos a tu familia en todo el proceso, para que no tengan ningún problema al cobrar lo que les corresponde.
No les atenderá una centralita, podrán acudir directamente a nosotros para que nos encarguemos de todo y les sea mucho más fácil y rápido realizar los trámites.
Tú no estarás para reclamar si algo falla, pero nosotros sí estaremos para defender los intereses de tu familia.
Para responder a esta pregunta, analiza:
Espera, antes de sacar la calculadora.
No te preocupes, nosotros analizamos tu situación y te ayudamos a sacar los números.
Juntos definiremos los capitales y veremos, según tu presupuesto, hasta dónde puedes llegar para que esta inversión no lastre tu calidad de vida actual.
No se trata de asegurarte por mucho, sino de asegurarte correctamente, y nosotros te ayudamos en todo el proceso.
Para esta objeción podríamos analizar cuánto te incrementa la hipoteca por sacar el seguro del banco, pero con los tipos actuales quizás esa no sea una solución adecuada.
Si ya tienes el seguro con el banco, podrías pensar que no necesitas otro.
Bien, pues este es uno de los mayores y más comunes errores que se cometen al contratar un seguro de vida.
El seguro del banco tiene como beneficiario al propio banco, para que en caso de siniestro sean ellos quienes cobren y liquiden la hipoteca. Y eso está muy bien porque te quitan una deuda importante.
Pero más allá de que las pólizas comercializadas por los bancos son entre un 87% y un 93% más caras (fuente: INESE y Global Actuarial), debes reducir anualmente el capital asegurado para que se ajuste exactamente al pendiente de hipoteca.
La pregunta clave es: ¿con ese pago de la deuda tu familia quedará sin problemas económicos?
Por eso es importante que complementes esa póliza con otra en la que los beneficiarios sean quienes tú elijas.
Así tendrás un seguro que cubra solo tus intereses y no los del banco.
Sí, y aunque esa sería la mejor noticia posible, el seguro ha protegido tu tranquilidad durante un largo periodo, evitando una situación que podría haber sido muy complicada de inmediato.
El cobro de cantidades provenientes de un seguro de vida puede estar sujeto a dos impuestos:
El criterio para determinar cuál se aplica es el siguiente:
Si el beneficiario es el cónyuge del tomador fallecido, la mitad de la prestación se liquida por IRPF y la otra mitad por Sucesiones.
Bien, pero…
¿Tu póliza cubre el anticipo de gastos de sepelio? La nuestra, sí.
¿Cubre el anticipo del impuesto de sucesiones y donaciones? La nuestra, sí.
¿Tienes acceso a servicios de prevención de enfermedades y un plan de vida saludable, incluyendo fisio y nutrición personalizada? La nuestra, sí.
Pero lo más importante de todo: ¿Confías en quien te hizo la póliza?
Porque en el momento en el que ya no estés, querrás asegurarte de que tu familia reciba lo que le corresponde sin problemas.
Con nosotros, sí.
Este es otro de los grandes errores.
Tanto si tienes hijos como si no, la cobertura de invalidez es casi tan importante o más que la de fallecimiento.
Porque si tienes un accidente o una enfermedad que te deja en una situación complicada, la indemnización será para ti.
Para que puedas:
Adaptar tu casa a tus nuevas necesidades.
Contratar apoyo para mejorar tu calidad de vida.
Cubrir ingresos que hayas dejado de percibir.
Sí, pero ¿es suficiente?
Los porcentajes de pensiones son:
Viudedad: hasta el 52% (en algunos casos, hasta el 70%). Si hubo más de un matrimonio, se divide proporcionalmente.
Orfandad: 20% por hijo hasta los 21 años (hasta los 25 si no tienen ingresos). Si hay varios hijos, la suma total nunca superará el 100% de la base reguladora.
Incapacidad permanente total: hasta el 55% de la base reguladora.
Incapacidad permanente absoluta: hasta el 100%.
Es recomendable hacer una simulación de las prestaciones para comprobar si cubren las necesidades reales de tu familia.
La manera más placentera y rentable de invertir parte de tu dinero.